SUSPENDIDA

Viernes 20 de enero a las 21’00 horas en el Gran Teatro.

Entrada única: 5€ a beneficio de APANDAH (Asociación de Familiares y afectados/as con déficit de atención con o sin hiperactividad)

Venta en la Casa de la Cultura y en la asociación.

 

Coproducción de La Comba Teatro y Teatro Cachivaches

 

Una anciana está postrada, enferma,  en su casa. Una chica la cuida. ¿Quién es esta anciana? ¿Quién es esta chica?

¿Qué papel les queda por interpretar, en este mundo,  a los ancianos que hoy yacen postrados y enfermos? Ya hemos escuchado en los últimos tiempos algunas voces que se preguntan
para qué sirven estos seres, qué aportan al país, a la economía global, qué hacen todavía en el mundo. Un ministro de finanzas, hace poco, les pidió a estas personas que se diesen prisa en morir para que el Estado pudiera ahorrarse los gastos de su atención médica.

¿Es posible que alguien que ha perdido la salud y la memoria, alguien que quizá no sepa ya quién es, pueda comunicarse todavía, pueda soñar, pueda echar una mano a otros?

En “Nana de la niña mala” nada es como aparentemente se muestra. Los personajes, cuando todo parece claro, se sacan un as de la manga, y otro y otro… De esta manera no es extraño que, cuando todo parece abocado al drama, de repente aparezca el humor, no necesariamente fino y elegante. O que, cuando se ha instalado la calma, los fantasmas de un pasado –más vivo que el presente- regresen pidiendo redención.

“Y cuando llega el invierno / los difuntos están vivos / y los vivos están muertos”…

Esta anciana que apenas conserva en su memoria unas coplillas de su tierra (…y algo más), que de pronto renace en unos versos, que a veces persigue desesperadamente a alguien invisible por la casa… ¿quién es?  Esta chica, que sueña con ser actriz, esta chica que  cuida a una anciana para poder pagarse sus estudios, esta chica a la que aterran unos versos infantiles…¿quién es?

Frutos Soriano – Autor de la obra